
Tu rostro se enciende como el fuego sagrado que inunda todos los rincones de mi cuerpo y vuelven a mi tu mirada, tu risa y tu magia. Vuelven los recuerdos que nunca existieron, los besos que jamás te di. Vuelvo a hacerte el amor en mi mente, a recorrer los vertiginosos caminos de las utopías sin resolver y me conduce a pensar y recordar que no eres mía. Nunca lo fuiste ni lo serás en la realidad; pero si lo eres en mis recuerdos.
Y voy viajando, día tras día, y cada vez que paso por esa esquina, cada vez que te imagino caminando detrás de las paredes, suspiro y comienzo a recordar de nuevo.
Antü.
BENDITOS RECUERDOS QUE NOS HACEN VOLVER A VIVIR MOMENTOS GRATOS, TRISTEZ, AÑORADOS, RECUERDOS AL FIN...
ResponderEliminarvivo de mis recuerdos, porque el presente duele demasiado y el futuro no existe.
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