jueves, 10 de septiembre de 2015

En el río.


¿Quién hubiera dicho que te encontraría justo ahora, justo en este momento? ¿Quién diría que después del camino recorrido por ambos, confluiríamos en un mismo río?
Aun cuesta manejar el caudal, por momento desbordante, por momentos estático. Cuesta encontrar las palabras justas, para decirte que te quiero cuidar, que necesito tenerte en mis brazos y abrazarte hasta que nuestros cuerpos se fusionen como ocurre en las estrellas.
Mucho hemos pasado; demasiado dolores, demasiadas tristezas que nos han herido de muerte, pero aquí estamos, sobreviviendo a la vida, redescubriendo que puede existir una alternativa a lo gris de nuestros días. Aunque duele la dificultad de encontrarnos, consuela la certeza de que estamos aquí. En el mismo camino.
Hoy estoy aquí, y te tengo de la mano, para que la marea no nos arrastre. Me aterra pensar en la posibilidad de que mis manos pierdan fuerza y te marches, y temo no volver a encontrarte más.
No me olvides.
No me pierdas de vista.

Antü

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