jueves, 10 de septiembre de 2015

En el río.


¿Quién hubiera dicho que te encontraría justo ahora, justo en este momento? ¿Quién diría que después del camino recorrido por ambos, confluiríamos en un mismo río?
Aun cuesta manejar el caudal, por momento desbordante, por momentos estático. Cuesta encontrar las palabras justas, para decirte que te quiero cuidar, que necesito tenerte en mis brazos y abrazarte hasta que nuestros cuerpos se fusionen como ocurre en las estrellas.
Mucho hemos pasado; demasiado dolores, demasiadas tristezas que nos han herido de muerte, pero aquí estamos, sobreviviendo a la vida, redescubriendo que puede existir una alternativa a lo gris de nuestros días. Aunque duele la dificultad de encontrarnos, consuela la certeza de que estamos aquí. En el mismo camino.
Hoy estoy aquí, y te tengo de la mano, para que la marea no nos arrastre. Me aterra pensar en la posibilidad de que mis manos pierdan fuerza y te marches, y temo no volver a encontrarte más.
No me olvides.
No me pierdas de vista.

Antü

martes, 14 de enero de 2014

Opiniones

Un hombre deseaba violentamente a una mujer,
a unas cuantas personas no les parecía bien,
un hombre deseaba locamente volar,
a unas cuantas personas les parecía mal,
un hombre deseaba ardientemente la Revolución
y contra la opinión de la gendarmería
trepó sobre muros secos de lo debido,
abrió el pecho y sacándose los alrededores de su corazón,
agitaba violentamente a una mujer,
volaba locamente por el techo del mundo
y los pueblos ardían, las banderas.

Juan Gelman.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Lo peor del amor

Lo peor del amor cuando termina
son las habitaciones ventiladas,
el puré de reproches con sardinas,
las golondrinas muertas en la almohada.

Lo malo del después son los despojos
que embalsaman al humo de los sueños,
los teléfonos que hablan con los ojos,
el sístole sin diástole sin dueño.

Lo más ingrato es encalar la casa,
remendar las virtudes veniales,
condenar a la hoguera los archivos.

Lo peor del amor es cuando pasa,
cuando al punto final de los finales
no le quedan dos puntos suspensivos…

Joaquín Sabina

lunes, 9 de diciembre de 2013

Deseo

Te seguiré hasta el final
te buscaré en todas partes
bajo la luz y las sombras
y en los dibujos del aire.

Te seguiré hasta el final
te pediré de rodillas
que te desnudes amor
te mostraré mis heridas.

Y con las luces del alba
antes que tú te despiertes
se hará ceniza el deseo
me marcharé para siempre.

Te seguiré hasta el final
entre los musgos del bosque
te pediré tantas veces
que hagamos nuestra la noche.

Te seguiré hasta el final
con el tesón del acero
te buscaré por la lluvia
para mojarme en tu beso.

Y con las luces del alba
antes que tú te despiertes
se hará ceniza el deseo
me marcharé para siempre
y cuando todo se acabe
y se hagan polvo las alas
no habré sabido por qué
me he vuelto loco por nada.

Te seguiré hasta el final
por la ladera del viento
para rogarte, por Dios
que me hagas sitio en tus besos.

Y con las luces del alba
antes que tú te despiertes
se hará ceniza el deseo
me marcharé para siempre
y cuando todo se acabe
y se hagan polvo las alas
no habré sabido por qué
me he vuelto loco por nada...

Pedro Guerra


domingo, 20 de octubre de 2013

Un año sin escribir


Hace un año que no escribo. Hace mucho tiempo que no encuentro las musas para hacerlo. Aquella dama del pasado me arrebató hasta la última gota de inspiración. Se llevo con ella, mis sueños y mis palabras, mis noches y mis agonías. Quedaron en mi, retazos de un alma que levantó vuelo, confiado de llegar a destino, pero cayó en las profundidades más oscuras de mí existir. 
Hace un año que no escribo. Ya no había palabra alguna que pudiese expresar mi pesar. Pero hoy llegó usted a la puerta de mi vida, con sus penas, con su historia y sus alegrías. Llego con su mirada, tan clara como el mar, con la sonrisa cómplice de la felicidad. Arrasó con toda la furia, los viejos recuerdos de mí ser, dejando la tierra limpia para una nueva siembra. 
No logro comprender que es lo que sucede, aún es muy pronto para ello, pero es raro y mágico, a la vez, que esto ocurra. Aún no le he dicho lo que pasa, es que necesito quemarme con mis sentimientos, ponerlos a prueba en mi vida. Prometo decirle lo que siento, cuando llegue el momento. Hoy me conformo, con que luego de un año, he vuelto a escribir.

sábado, 9 de febrero de 2013

Soñando besos

¿Cuantas veces soñé con tu boca?
¿Cuántas noches se llevaron tus besos?
¿Cuántos kilómetros llevo persiguiéndote en mis quimeras?
Hoy, por fin, te alcancé, y lo más hermoso es que fue en la realidad, estando despierto.
Nos miramos y el silencio nos abrazó. Ese silencio voraz que muchas veces nos asusto, que en tantas ocasiones buscamos explicar. Ese silencio, hoy fue nuestro cómplice, nuestro aliado, quien nos dijo al oído que un amor solo se vive y se siente. Hoy entendí el significado del silencio.
Te miré y solo te miré. Vi en tu mirada, el amor que tu boca me negaba y entendí que era hora de liberarlo de tus bellos ojos. Y fue mágico, maravilloso, utópico. Tus labios y los míos, entrelazados en ese extraordinario instante de eternidad. Un simple beso, que movilizó cada vibra de nuestro cuerpo, cada rincón del alma, cada recoveco de nuestro ser. Detrás nuestro, las luces del escenario apagadas, el telón cerrado y un aire de paz que nos cubría.
Mientras nuestras manos estaban unidas, sentía que estaba soñando nuevamente. Un sueño, del que hoy no quiero despertar, y que quiero seguir soñando cada noche, cada día. Luego, cada uno marchó, con una sonrisa y el sabor de un beso entregado a la felicidad.

Antü.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Tus colores

Colores del tiempo,
colores dentro de ti,
quisiera usar tus colores
para pintar mi espectro,
claroscuro,
blanco y negro.

El color de tu mirada
cuando me observas desde lejos
ese color pintaría en los cielos,
los colores de tu voz
cuando me hablas y te siento,
o el color de tu sonrisa
cuando me bebes desde adentro.

Colores y recuerdos,
delineados en el blanco lienzo
con delicada luz y quebrada sombra,
siguiendo los contornos de mi memoria,
buscando los tonos que pueda enmarcar
en mí pecho,
junto al altar de tu lecho.

Colores como ofrendas,
colores como rezos,
 así tomo tus colores
y los transformo en flores
de sutiles fantasmas,
para saber que los tomo
de aquella silueta lejana.

Colores en el viento,
colores en el mar,
colores del pensamiento,
estos son los colores
que me dejó tu reflejo
y ahora a la distancia los pinto
como besos, para colorear mis
tristezas y mis desvelos,
para ponerle tus colores
a mi destino en blanco y negro.

Errante Peregrino